El ladrillo
La invención del ladrillo supuso un gran avance en la historia de la arquitectura mundial. Materiales tan susceptibles como el adobe o tan costosos y pesados como la piedra, se han visto relegados a un segundo plano en la mayoría de trabajos de albañilería.
Este material compuesto por masa de barro o arcilla cocida y con forma rectangular, encuentra su mejor aliado en el cemento. Juntos conformarán la columna vertebral de arquitectura moderna.
Actualmente el ladrillo también ha adquirido un rol decorativo dentro de la construcción, esto es debido a la gran variedad de diseños, texturas, formas y colores que han incorporado los nuevos fabricantes.
Tipos de ladrillos:
Como hemos anotado con anterioridad existen multitud de tipos de ladrillos, pero en cuanto a su composición, se adaptan según el uso:
• Macizos: este tipo de ladrillos son planos, poseen una de sus caras a un nivel más bajo, a la que se le denomina hundido, es aquí donde se aplica el material de agarre.
• Especiales: son de formas variadas por lo que se adaptan a lugares difíciles, lo que supone una gran ayuda a la hora de rematar el trabajo. Los hay con doble canto, terminados en curvas, con ángulos esquinados y con puntas redondeadas.
• Perforados: tienen agujeros que los atraviesan de lado, de este modo el agarre traspasa el ladrillo entero y fusiona las distintas piezas como si fueran una.
• Huecos: constituyen una verdadera muralla contra la humedad. Su peso es muy reducido y tienen múltiples aplicaciones en la construcción como levantar dobles muros entre los cuales insertar materiales aislantes.
Distintas partes de un ladrillo:
Todas las partes del ladrillo que podemos apreciar, tienen un nombre característico para que puedan ser mencionadas:
• Hundido: es el nombre de la depresión de una de las caras del ladrillo.
• Tizón: Son los dos laterales con menor longitud.
• Asiento: así se denomina a las caras de mayor longitud del ladrillo.
• Soga: corresponde a los laterales con mayor longitud.
Distintos colores y texturas:
Existe una amplia gama de colores a la hora de elegir un tipo de ladrillo visto que le de un buen aspecto a la construcción. El cromatismo puede variar desde tonos ausentes de color como, el blanco o el negro, hasta el rojo o el púrpura.
Esto es debido a los diferentes tipos de arcilla utilizados para la fabricación de los ladrillos, y en algunos casos por la adhesión de algún tipo de mineral colorante o la temperatura de cocción.
En cuanto a las texturas, podemos decir que poseen un valor exclusivamente estético para lograr aspectos de paredes lisas o con rugosidades u ornamentados. Los texturados suelen tener dibujos en una sola de sus caras y en ocasiones se combinan con color.
Existen diferentes calidades de ladrillos en relación con el uso para el que han sido diseñados, intercambiar los roles de la piezas por cuestiones personales o estéticas puede resultar contraproducente.
Los ladrillos tradicionales, aquellos de forma alargada y color rojizo, son relativamente baratos y suelen emplearse en interiores. Su aspecto queda cubierto por capas de revoques y enlucidos.
jueves, 6 de septiembre de 2007
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